Convenio entre la municipalidad de Quillón y la Universidad de Concepción busca ir en rescate de la cereza corazón de paloma
Potenciar los buenos atributos de dicho tipo de cereza, es el objetivo de la instancia, que puso a investigadores de la casa de estudios a crear un plan de trabajo para mejorar las características negativas de la misma
Un poco más tarde de lo habitual inició la cosecha de cerezas en Quillón, más específicamente, de corazón de paloma, variedad que se caracteriza por ser la más abundante en la comuna y la más antigua en Chile, con una data que se remonta a tiempos de la Colonia.
Hasta hace algunos años era la cereza por excelencia en Quillón. Sin embargo, con el tiempo se ha ido desvalorizando, siendo relegada casi a la venta obligada para la agroindustria. Lo que queda se vende en fresco, siempre y cuando los mercados locales no sean invadidos por variedades extradulces de la zona central, que por lo demás, llegan a bajo costo.
Años de malas cosechas, precios mínimos de compra impuestos por intermediarios y la proliferación de variedades de exportación, han obligado a los productores cereceros a tomar decisiones drásticas, como cambiar de rubro o de tipo de cereza, prefiriendo las de mejores probabilidades de comercialización en el extranjero.
‘El año pasado quedaron en planta, aproximadamente, entre el 60 y 70 por ciento de cerezas sin cosechar. Esto por el bajo precio y lo otro es que la empresa que la compra de la agroindustria vino por dos semanas. Entonces viendo todo ese panorama es que se hizo el convenio con la Universidad de Concepción, para sacar los atributos buenos de la cereza Corazón de Paloma y cómo poder alargar su vida post cosecha, que es el atributo malo que tiene’, indicó Jorge Esparza, encargado de Desarrollo Rural de la Municipalidad de Quillón.
Heraldo Campos lleva más de 30 años cultivando cerezos, en el sector La Gloria. Él relató que estuvo a punto de dejar sus huertos botados, debido al bajo precio de venta del kilo de cerezas y el alto costo de producción. ‘No vale la pena, porque uno le paga a la gente (temporeros) y ellos se llevan casi toda la plata y para uno no queda ni siquiera para comprar los abonos. Hace 20 años atrás la cereza se vendía mejor, a 600 pesos el kilo y ahora nos están dando a 400. Incluso hace cinco años nos dieron 800 pesos, pero después la dejaron a 400 y de ahí no se ha movido más’.
Al mando del Dr. Richard Bastías, académico de la Facultad de Agronomía de la UdeC, un grupo de investigadores se encuentra estudiando distintos aspectos de la cereza Corazón de Paloma, conocida también como Napoleón o Cristobalina; para ir en su rescate.
El objetivo es reimpulsar la producción de dicha variedad, generando un sello distintivo relacionado a un manejo más sustentable de los cultivos y el mejoramiento de la calidad del fruto, que podría ser potenciado como exportación hacia mercados específicos como Japón y otros países que demandan en gran medida las variedades bicolores.
‘Este es un cultivar (cerezas) que, si bien es cierto está arraigado a esta zona, ya hay muy pocos huertos en Chile de cereza Corazón de Paloma. Antes de los años ’70 era la principal cereza que se consumía en Chile, en todas las casas es la más recordada. Pero dado que se introdujeron nuevos cultivares, porque la industria tiene que exportar cerezas, quedan muy pocos huertos de Corazón de Paloma en el país y por eso hablamos de rescate’, explicó el Dr. Richard Bastías.
En Quillón existen aproximadamente 200 productores cereceros, que abarcan una superficie cercana a las 430 hectáreas plantadas. De ese total, el 43 por ciento corresponde a cereza Napoleón, que en su mayoría se desarrolla en laderas de cerros, siendo de difícil acceso y con un manejo de poca agua, lo que termina formando un fruto de características especiales.
Son cuatro los sectores principales en que se cultivan cerezos, Queime, La Gloria, Coyanco y Peñablanca; los mismos en que se enfoca la investigación, iniciada en 2022 y que ya ha arrojado algunos resultados, a partir de los cuales ya se puede trabajar en una idea para potenciar distintos aspectos del fruto.